Etimológicamente la palabra “Psicología” está compuesta por los términos griegos “psique” y “logos”. “Psique” proviene del griego ψυχή psychḗ, que significa alma, principio de la vida, y “logos” de λόγος lógos, razón, principio racional del universo. Por tanto, la Psicología sería aquella ciencia versada en el conocimiento del alma, en la expresión consciente del principio vital del ser humano.
Consciencia racional y principio vital del alma que en conjunción con el cuerpo, fundamentan la complejidad humana y su individualidad única e irrepetible. Dicho carácter se despliega potencialmente a lo largo de la vida a través de un proceso de desarrollo denominado individuación.
La Psicología es definida a su vez como la ciencia que estudia la conducta y los procesos mentales. Se apoya en el método científico para tratar de describir y explicar tanto el comportamiento observable como los procesos mentales que no pueden ser observados directamente.
En este sentido, la Psicología Clínica sería ya la disciplina de la Psicología que aplica los conocimientos científicos y técnicas desarrollados por ésta para diagnosticar, tratar y prevenir los trastornos mentales o comportamientos relevantes para los procesos de la salud y la enfermedad en los distintos y variados contextos en que estos pueden tener lugar.
Por otro lado, la palabra “Psicoterapia” está compuesta por los términos griegos ψυχή psychḗ, alma, y θεραπεία therapeíā, cuidado, tratamiento, es decir, curación mediante la psique.
Se entiende por Psicoterapia todo tratamiento de naturaleza psicológica que, a partir de manifestaciones psíquicas o físicas de sufrimiento, promueve el logro de modificaciones en el comportamiento, la adaptación al entorno, la integración de la identidad y tanto el bienestar como la salud física, psíquica y social del individuo. El término Psicoterapia no presupone un enfoque científico definido, siendo denominativo de un amplio dominio científico-profesional especializado, que se especifica en diversas orientaciones teóricas y prácticas.
